Hablamos hoy en Taprega de un término que no muchos conocen su significado, pero que es muy manido en ciertos entornos laborales: La bipedestación prolongada. Tiene que ver con la postura del trabajador en su puesto en el desarrollo de sus funciones. Esta postura puede tener consecuencias negativas para la salud de los trabajadores si se mantiene durante largos períodos.
Vamos a analizar a lo largo de este artículo los diferentes tipos de bipedestación que hay, sus riesgos asociados (estar de pie durante mucho tiempo) y las estrategias de prevención que pueden ayudar a mitigar sus efectos.
Comprensión de la bipedestación prolongada
La bipedestación prolongada se refiere a situaciones laborales en las que los trabajadores deben permanecer de pie durante largos periodos. Hay muchos trabajos bajo estas condiciones. No los de oficina, pero sí otros muchos, donde las consecuencias son visibles y fáciles de observar (impacto palpable en la salud física).
El fenómeno de la bipedestación en general, pero en concreto la bipedestación prolongada, es más perjudicial cuando se realiza sin la posibilidad de moverse o cambiar de postura. Es decir, si sí que podemos caminar y movernos (comerciales, repartidores, electricistas, pintores, etc.). En otros casos, la aparición de tensiones musculares y problemas circulatorios, es más probable.
Elementos que intervienen en la bipedestación son la frecuencia y duración de esos periodos en posición vertical, sin posibilidad de descanso de las articulaciones, así como el contexto en el que se produzca esta práctica.
Tipos de bipedestación
De acuerdo con la forma en que se experimenta la bipedestación, se pueden identificar diversas categorías, cada una con sus particularidades y niveles de riesgo asociados.
Bipedestación intermitente
La bipedestación intermitente se refiere a situaciones en las que un trabajador alterna entre estar de pie y sentado. Esta modalidad es menos perjudicial, siempre que se respeten descansos regulares.
Se recomienda que cada periodo de pie sea seguido por un tiempo equivalente sentado para evitar la acumulación de fatiga.
Bipedestación dinámica
En la bipedestación dinámica, el trabajador tiene la posibilidad de desplazarse durante su jornada laboral. Esta movilidad permite cambios de postura más frecuentes, facilitando la circulación sanguínea y reduciendo el riesgo de lesiones (transportistas, repartidores, vigilantes del área de aparcamiento regulado…).
No sólo a este tipo de profesiones nos referimos, sino que la bipedestación dinámica también la vemos muy presente en grandes empresas y naves industriales, donde se exigen largos desplazamientos para recoger materiales u otra tipología de objetivos, o moverse entre estaciones de trabajo.
Bipedestación estática
Es la más lesiva. La bipedestación estática se produce cuando un trabajador debe permanecer de pie de forma continua, sin poder moverse. Este tipo es el que presenta mayores riesgos para la salud (vigilantes de seguridad, operarios en cadenas de montaje, etc.).
El problema aquí, como ya hemos mencionado, es que se sufre una tensión constante en músculos y articulaciones, afectando especialmente a la zona lumbar y las piernas. Debido a la falta de movimiento, pueden surgir problemas de circulación y sobrecarga muscular.
Riesgos asociados al estar de pie por períodos prolongados
Como venimos diciendo, esa permanencia en posición erguida durante largos intervalos puede acarrear graves complicaciones para la salud física del trabajador. Riesgos diversos que se pueden manifestar en distintas áreas del cuerpo. Los repasamos:
Problemas musculoesqueléticos
Los problemas musculoesqueléticos son algunas de las consecuencias más comunes de permanecer de pie durante períodos prolongados. Este tipo de lesiones afectan músculos, articulaciones y estructuras óseas, lo que genera un malestar significativo.
Generalmente, en forma de sobrecarga en músculos y articulaciones. Cuando estas estructuras son sometidas a un estrés constante, los músculos experimentan fatiga, que se hacen visibles en forma de calambres y alta rigidez.
Al hilo de lo dicho, esas posturas mantenidas pueden adicionalmente provocar una distribución desigual de la carga en la columna vertebral. Esto potencia el riesgo de desarrollar hernias discales y otros trastornos que afectan la salud espinal, y que son muy costosas de tratar y recuperar.
Problemas vasculares
Es comúnmente sabido que el estar de pie puede comprometer del mismo modo la salud vascular. La circulación sanguínea sufre, queda afectada, y nos compromete, dado que podemos desarrollar complicaciones serias a largo plazo.
Y eso es así porque el retorno venoso se ve obstaculizado debido a la gravedad. Esta condición puede provocar la acumulación de sangre en las extremidades inferiores, resultando en molestias incómodas.
Aparición de varices y trombosis venosa profunda
Una circulación deficiente puede, también con el tiempo, resultar en varices. Estas venas dilatadas no solo son antiestéticas, sino que aumentan el riesgo de trombosis venosa profunda, una afección que puede tener consecuencias serias para la salud.
Fatiga y productividad
La fatiga es otro riesgo significativo de la bipedestación, de la bipedestación prolongada. Permanecer de pie sin descansos adecuados nos va a generar un desgaste físico significativo, y eso puede afectar la concentración y, por ende, la productividad del trabajador.
Alteraciones posturales
La falta de movimiento y de cambios de postura durante períodos prolongados también influye en la salud postural. Con el tiempo, estas alteraciones pueden dar lugar a problemas más complejos. Por ejemplo, el riesgo de desarrollar enfermedades reumáticas. Estas condiciones a menudo provocan dolor y limitación de movilidad, lo que complica aún más el desempeño laboral.
Impacto en caderas, rodillas y pies
La bipedestación y sus efectos rápidamente se extienden a caderas, rodillas y pies. Tal exposición abre la posibilidad de padecer, también, trastornos y lesiones en estas áreas. El daño acumulativo en estas articulaciones puede llevar a un deterioro crónico y a la disminución de la calidad de vida.
Estrategias de prevención y mejora
A la pregunta de qué podemos hacer para contrarrestar la bipedestación prolongada y la bipedestación dinámica, aquí os dejamos algunas acciones que se han demostrado efectivas en determinados entornos laborales:
Diseño ergonómico en el entorno laboral
El diseño del espacio de trabajo con objetivos y fines ergonómicos y de prevención de problemas de salud asociados a la bipedestación. Aumentar los niveles de comodidad y eficiencia. Ajustar las superficies de trabajo donde mayoritariamente los trabajadores realizan sus tareas todos los empleados mantengan una postura correcta. Se buscar reducir el esfuerzo físico y el riesgo de lesiones.
En este sentido, también incluimos el calzado como elemento ergonómico crucial en el bienestar del trabajador. Un buen calzado debe ser ligero, flexible y transpirable, con una altura de tacón que favorezca la comodidad y estabilidad, además de tener plantillas acolchadas.
Ejercicios y estiramientos
Incorporar actividad física en el día laboral seguro que contribuye positivamente a la salud de los trabajadores. Recomendamos desde la amplia experiencia en el sector de la que gozamos en Taprega, llevar a cabo ejercicios específicos y estiramientos que ayuden a aliviar la tensión muscular acumulada.
Ejercicios destinados a fortalecer la musculatura de la zona abdominal y lumbar, principalmente. Son los más importantes diríamos. Tener un abdomen fuerte proporciona soporte a la columna vertebral, y así reducimos la probabilidad de dolores y lesiones.
Y siempre, siempre realizar estiramientos de forma diaria y rutinaria. Estiramientos sencillos y rápidos cada cierto tiempo. Ayudarán a prevenir la rigidez y favorecer la circulación sanguínea.
Organización del tiempo de trabajo
Hay que darle la importancia que tiene a la organización del tiempo en el trabajo. Va a repercutir positiva o negativamente en reducir la fatiga y los riesgos asociados a la bipedestación prolongada.
Se deben programar pausas cortas a lo largo del día para ayudar a la recuperación. También sugerimos un mínimo de 15 minutos de descanso por cada 4 horas de actividad continua de pie.
Rotación de tareas laborales
Nos referimos a alternar tareas que requieran estar de pie con otras que permitan sentarse es una estrategia efectiva para disminuir la carga física. Esto seguro que promueve la variabilidad en las posturas, y así aliviamos la presión en articulaciones y músculos.
Uso de ayudas externas
Contra la bipedestación prolongada y dinámica, podemos implementar dispositivos de apoyo puede ser beneficioso para aquellos que deben mantenerse en pie durante tiempo prolongado. Estas ayudas contribuyen a mejorar la circulación y permitir un descanso adecuado.
Un ejemplo son las medias de compresión. Están diseñadas para favorecer el retorno venoso, lo que puede ayudar a reducir la hinchazón y la fatiga en las piernas. Su uso es especialmente recomendable durante largos turnos de trabajo.
Otro ejemplo son el reposapiés o las mantas antideslizantes. La inclusión de reposapiés permite un cambio de posición de los pies y alivia la tensión acumulada en la parte inferior del cuerpo. Las mantas antideslizantes mejoran la seguridad al caminar, reduciendo el riesgo de caídas en entornos laborales.
Bipedestación dinámica
Nos detenemos en el concepto de bipedestación dinámica para que se entienda bien la diferencia con la bipedestación prolongada, aunque ya antes hemos avanzado algo de información. Básicamente la dinámica implica que el trabajador/a está mucho tiempo de pie, sí, pero pero con la capacidad de realizar desplazamientos cortos o de alternar esta posición con la sedestación. Es decir, no se trata de permanecer estático en una misma posición, sino de moverse y cambiar de postura de forma regular.
En la bipedestación dinámica, la persona puede adaptar su postura a las tareas que realiza, y al poder cambiar posturas y movimientos, evita en buena medida la sobrecarga en músculos y articulaciones. Ello favorece el retorno venoso y previene problemas circulatorios como las varices.
Ojo porque si realizamos posturas incorrectas o movimientos repetitivos, nos puede llevar a sufrir severos dolores de espalda, cuello y hombros.
Trabajos propensos a la bipedestación dinámica
Algunos claros ejemplos los tenemos en los profesionales de la hostelería, que se desplazan por la sala para atender a los clientes; también los profesionales de los supermercados, que igualmente se desplazan por la sala para atender a los clientes, o en los trabajadores de líneas de producción, que se desplazan a lo largo de la línea para realizar diferentes tareas.
Medidas preventivas
- Rotar las tareas
- Calzado cómodo y adecuado
- Realizar pausas activas
- Adaptar el puesto de trabajo
- Formación en la empresa
Consideraciones específicas para sectores y grupos de riesgo
Tanto la bipedestación prolongada como la bipedestación dinámica pueden tener un impacto mayor en ciertos sectores y grupos. Hay que prestar por tanto especial atención a las medidas de prevención y adaptación.
Uno claro son las trabajadoras embarazadas. Dado que el embarazo implica cambios significativos en el cuerpo de la mujer, éstos pueden verse agravados por la permanencia de pie durante períodos prolongados. Para minimizar los riesgos asociados, se deben implementar las algunas medidas específicas como prolongar los descansos programados, limitar el tiempo de bipedestación a un máximo de 30 minutos (especialmente durante el último trimestre) e incorporar espacios donde puedan sentarse cómodamente cuando sea necesario.
Reconocimiento de riesgos en sectores laborales específicos
Para los sectores que son más propensos a los efectos negativos de la bipedestación prolongada, como serían el comercio minorista, la hostelería y la atención sanitaria, va a ayudar acometer un reconocimiento previo de los riesgos laborales de esos trabajos. Fijarse en la identificación de tareas que requieran una posición de pie fija, valorando su frecuencia y duración; también en la evaluación de los espacios de trabajo para garantizar un diseño ergonómico adecuado. Y llevar a cabo auditorías periódicas para detectar riesgos potenciales y definir intervenciones,
Conclusiones
En relación a la bipedestación prolongada y la bipedestación dinámica, también hemos de apoyarnos en las empresas en la sensibilización y en la educación. Concienciar a los trabajadores de la importancia de realizar pausas activas y ejercicios de estiramiento, y enseñarles a cómo reconocer la sintomatología de la patología (síntomas de fatiga y molestias musculoesqueléticas).
Ofrecer herramientas prácticas para gestionar su salud en el entorno laboral. De tal forma, haremos conscientes a todos y todas de qué es la bipedestación y de qué consecuencias puede acarrear en nuestra salud y en nuestro desempeño profesional.
En Taprega ayudamos a las empresas a nivel formativo y, como no, con planes de prevención en materia de ergonomía en el trabajo y otras acciones de vigilancia de la salud. Contacta con nuestro equipo si tienes cualquier duda o consulta.