Una de las principales actividades del porfolio de servicios que desarrollamos en TAPREGA con nuestros clientes es la Vigilancia de la Salud junto con la Promoción de la Salud en el trabajo. Esta no es sino la colaboración y la determinación de acciones por parte de empresarios, trabajadores e instituciones con el fin de asegurar un entorno laboral saludable que redunde en favor de las personas.
Existen diversas actividades de vigilancia y promoción de la salud que se pueden llevar a cabo.
Procedemos a exponer en el siguiente artículo esas actuaciones sanitarias, colectivas e individuales, orientadas a evitar riesgos en la salud de los trabajadores. Lo que se busca es realizar un seguimiento del estado de salud de cada miembro de la empresa. Con estas actividades de vigilancia y promoción de la salud, logramos detectar signos de enfermedades derivadas del trabajo y tomar las respectivas medidas para prevenirlas.
Qué entendemos por salud laboral
Básicamente la salud laboral se refiere al bienestar físico, mental y social de los trabajadores en relación con su trabajo. Lo que implica esta disciplina son actividades de la promoción de la salud que apuntan directamente a las condiciones físicas del entorno laboral (iluminación, ruido, temperatura), y también a los aspectos psicosociales (relaciones laborales, carga de trabajo, estrés) derivados del desempeño profesional.
El objetivo principal de la salud laboral es prevenir enfermedades y lesiones relacionadas con el trabajo, así como promover un ambiente laboral saludable y productivo.
Vigilancia de la salud
Por su parte, al principio del artículo ya hemos mencionado el concepto de vigilancia de la salud. Nos referimos al conjunto de actuaciones sanitarias colectivas e individuales que tienen como objetivo evaluar el estado de salud de los trabajadores. Primero, se identifican los riesgos a los que están expuestos, para luego buscar prevenir enfermedades relacionadas con el trabajo.
Esta vigilancia se realiza a través de reconocimientos médicos periódicos, exámenes específicos y seguimiento de la salud de los trabajadores.
Promoción de la salud en el trabajo
Todo se inicia a nivel de empresa. Es su responsabilidad como entidad para sus trabajadores. Las actividades de la promoción de la salud son parte intrínseca de un plan de PRL previamente diseñado a medida para el sector profesional y las tareas a desempeñar en la empresa y sus instalaciones. Desde el conocimiento de los riesgos implícitos del trabajo, se traslada al resto de departamentos de una empresa medidas preventivas que ayudarán a:
- Hacer un seguimiento minucioso del estado de salud de los trabajadores.
- Construir un entorno laboral más saludable y positivo.
- Disminuir el absentismo laboral.
- Aumentar la productividad de la plantilla (aumentar su grado de satisfacción y relación con la compañía).
Principales actividades de la promoción de la salud de los trabajadores
De entre todas las actividades de la promoción de la salud que se pueden aplicar en el día a día de una empresa, destacamos:
- Programación y planificación de las actividades sanitarias.
- Campañas de promoción de la salud.
- Campañas de vacunación.
- Medicina asistencial (exámenes médicos regulares, atención médica inmediata y preventiva).
- Pruebas analíticas.
- Formación en primeros auxilios.
- Memoria anual de actividades.
- Elaboración de informes epidemiológicos.
- Reconocimientos médicos, previos a la incorporación del trabajador a su nuevo puesto de trabajo o después de largas ausencias, periódicos o por cambios de tareas o de puesto.
- Investigación de enfermedades profesionales.
- Estudio y valoración de los riesgos que pueden afectar a las trabajadoras embarazadas o en situación de parto reciente, a los menores y a los trabajadores especialmente sensibles a determinados riesgos.
Además, hay que poner el foco en los hábitos alimenticios. Mantener una alimentación saludable, consumiendo productos frescos o poco procesados, ricos en hidratos de carbono (pan, pasta, arroz u otros cereales de grano entero), mucha fruta y verdura y beber en torno a 2,5 litros de agua.
Ejercicio físico
Otra de las actividades de la promoción de la salud de los trabajadores que se debe instaurar como hábito regular en el día a día es la actividad física. Es sabido por todos que son innumerables las evidencias científicas que constatan que las personas físicamente activas disfrutan de un mejor estado de salud y afrontan un menor riesgo de padecer determinadas enfermedades y dolencias.
Y no sólo nos referimos a la salud física, también a la mental. El ejercicio físico ayuda a liberar tensión y a mejorar los síntomas producidos por enfermedades como la ansiedad o la depresión.
La incidencia positiva del ejercicio también redunda a nivel sanguíneo, donde se reducen los niveles de colesterol y triglicéridos, además de prevenir enfermedades cardiovasculares, la hipertensión arterial, la diabetes y la aparición de ciertos tipos de cáncer.
Y no nos olvidemos de los huesos, que también reciben su dosis de beneficios como el resto de la salud en general al practicar actividades físicas recomendadas y controladas. A través del hábito continuo del ejercicio físico, los trabajadores verán minimizadas las probabilidades de padecer enfermedades óseas como, por ejemplo, la artrosis o fracturas de cadera o vértebras
Dejar de fumar
Dentro de nuestro programa de promoción de la salud en el trabajo, Taprega luchamos encarecidamente por la deshabituación tabáquica, es decir, dejar de fumar. Si sólo las personas fumadoras pudieran conocer de primera mano los cambios positivos que experimentan sus cuerpos al dejar el tabaco, seguramente encontrarían la motivación definitiva para hacerlo.
Es de las actividades de promoción de la salud que más les cuesta a los trabajadores afrontar. Sabemos que el esfuerzo mental y físico es enorme, pero aquí las ventajas que le reportará a sus vidas:
◾ A corto plazo:
- Disminución de la presión arterial y ritmo cardíaco.
- Disminución de los niveles de monóxido de carbono en sangre y aumento del nivel de oxígeno.
- Normalización progresiva de los sentidos del olfato y del gusto.
- Desaparición de la halitosis y del olor a tabaco de ropa y cabello.
- Ahorro económico.
◾ A medio-largo plazo:
- Disminuye el riesgo de varios tipos de cáncer como el de pulmón, vejiga, páncreas, etc.
- Disminución del riesgo de padecer enfermedades respiratorias como asma, bronquitis crónica, EPOC.
- Disminución de enfermedades cardiovasculares.
- Disminución de alergias y de enfermedades ORL.
- Disminución de la aparición de enfermedades periodontales y caries.
Riesgos laborales a prevenir
Las actividades de la promoción de la salud en el entorno laboral buscan mejorar, de forma integral, el bienestar de los trabajadores, pero también, tratan de prevenir los posibles riesgos existentes derivados del ejercicio profesional. Hablamos de riesgos físicos (incluye los ergonómicos y también riesgos químicos o biológicos, por ejemplo) y también mentales.
Riesgos a nivel físico
Pueden ser innumerables los riesgos en el entorno laboral que nos podemos encontrar a nivel físico. No sólo accidentes, caídas o golpes, sino que también nos referimos a riesgos por motivo de bajas o altas temperaturas en nuestro lugar de trabajo, exposición a ruido intenso, o, por ejemplo, problemas de visión por una mala iluminación o lesiones musculares por malas posturas en el ejercicio de nuestro trabajo.
De ahí la importancia extraordinaria de hacer estudios ergonómicos de los lugares de trabajo, y de cumplir, como no podía ser de otra forma, con las medidas preventivas recogidas en los protocolos de seguridad y planes de prevención de riesgos laborales.
Problemas ergonómicos
Los mencionábamos ahora, a nivel ergonómico, hay miles de empresas que no presentan entornos bien adaptados y condicionados para sus trabajadores y sus ocupaciones. Al respecto, hay muchas actividades de la promoción de la salud de las que se pueden beneficiar los trabajadores para evitar trastornos y lesiones como tendinitis o el síndrome del túnel carpiano, entre otras muchas dolencias.
Actividades positivas en materia de ergonomía:
- Evitar adoptar posturas estáticas durante largos periodos de tiempo. Se deben incorporar pausas activas y cambiar de postura regularmente.
- Distribuir adecuadamente las cargas de trabajo, evitando levantar objetos pesados de forma repetitiva.
- Proporcionar ayudas técnicas, como carros o plataformas, para facilitar el transporte y manejo de cargas pesadas.
- Asegurar una correcta ergonomía en las tareas realizadas, considerando la altura de los objetos de trabajo, la postura de los empleados y la adecuación de las herramientas utilizadas.
- Realizar evaluaciones de riesgos ergonómicos de forma periódica, identificando posibles áreas de mejora y tomando medidas preventivas adecuadas.
- Realizar pausas y rotaciones de tareas para evitar la repetición excesiva de movimientos y posturas.
- Proporcionar descansos adecuados para que los trabajadores puedan recuperarse física y mentalmente.
- Educación y concienciación sobre prácticas ergonómicas correctas, como el levantamiento seguro de objetos pesados y la adopción de posturas adecuadas.
- Implementar programas de ejercicio y estiramientos para fortalecer músculos y prevenir lesiones.
Riesgos a nivel mental/emocional
Principalmente, estrés laboral, falta de autoconfianza, acoso laboral o carga excesiva de trabajo. Este tipo de riesgos los denominamos psicosociales.
Han salido a la palestra en los últimos años por la repercusión social y global que la salud mental está teniendo afortunadamente. Pero siempre han estado ahí. Sufrir ansiedad o depresión por culpa del trabajo no es algo nuevo, pero ahora al menos se le da mucha más visibilidad. Otros efectos de estos riesgos en nuestra salud son el agotamiento o los conflictos internos y externos que provocan.
Actividades de la promoción de la salud en este sentido es el apoyo emocional que brinde la propia empresa, implementar programas de gestión del estrés o impulsar medidas de conciliación familiar, por nombrar algunas.
Otros riesgos
Hay otros muchos riesgos asociados al trabajo, dependiendo de la ocupación a la que nos dediquemos. Por ejemplo, riesgos de índole biológico y químico, que sería la exposición a sustancias peligrosas como gases u otros productos químicos, o a bacterias, virus, etc., en laboratorios o residencias de ancianos, por nombrar algunos entornos concretos.
Los protocolos de seguridad y prevención deben de ser muy claros y taxativos sobre las medidas a llevar a cabo para combatir estos riesgos por parte de los empleados y personas involucradas.
Conclusiones
La promoción de la salud permite que los empleados adquieran una adecuada formación e información en materia de control de su salud, individual y colectiva. El objetivo no es otro que aumentar el bienestar individual y general. Hablamos de una nutrición equilibrada, una salud emocional cuidada y equilibrada, actividad física, y otros hábitos saludables.
Hemos mencionado diversas actividades de la promoción de la salud para los trabajadores, pero dependiendo del sector y tipo de trabajo, podrán haber más.
En Taprega somos una empresa de prevención de riesgos laborales que ayudamos a cientos de empresas de Galicia, Madrid y Valladolid en su buen desempeño en materia de promoción de la salud y otras áreas de PRL.
