Hablar de higiene en el trabajo puede sacar algunas sonrisas en los usuarios que lean este contenido, pero en verdad, es un concepto y área de la prevención de riesgos laborales (https://taprega.com/) muy a tener en cuenta en materia de seguridad de los trabajadores en su entorno laboral.
Es un concepto muy fácil de entender, pero que ya veremos cómo no siempre se cumplen los estándares y procedimientos básicos para mantenerlo. Veremos que no siempre se adoptan esas medidas que conforman la higiene en el trabajo y que contribuyen a evitar riesgos en forma de espacios sucios o poco o mal organizados.
Queremos desde Taprega poner nuestro granito de arena en difundir una información más concreta y precisa sobre lo que entendemos como una correcta implementación de la higiene laboral. Veremos que, con ello, se logrará prevenir enfermedades, mejorar la productividad y, también, la imagen de las empresas.
Entendiendo la higiene en el trabajo
La higiene en el trabajo abarca un conjunto de prácticas necesarias para mantener un entorno laboral saludable. El objetivo es, como ya hemos mencionado, evitar riesgos que puedan comprometer la salud de los trabajadores, así como para fomentar un clima organizacional positivo y seguro.
Es un concepto de la prevención de riesgos laborales que se interesa principalmente en la identificación y eliminación de agentes nocivos que podrían alterar la salud física o mental de las personas en su desempeño laboral. Seguro que os preguntáis cuáles son esas prácticas 🙂 (a pesar de que son muy lógicas y de sentido común):
- Limpieza regular de las instalaciones.
- Desinfección de áreas comunes y equipos.
- Control de la calidad del aire y del agua.
- Mantenimiento adecuado de las herramientas y máquinas.
Diferencia entre higiene y seguridad en el trabajo
Son conceptos interrelacionados, pero no exactamente lo mismo, como ahora veremos. La higiene se centra en la salud y la prevención de enfermedades, mientras que la seguridad se ocupa de los accidentes y lesiones potenciales.
Hilando más fino para entender las diferencias, nos fijaríamos en que la higiene se ocupa de mantener un ambiente libre de contaminantes, mientras que la seguridad se enfoca en prevenir accidentes a través de la identificación de riesgos físicos. Las medidas higiénicas incluyen la limpieza y desinfección, mientras que, por el contrario, las medidas de seguridad involucran la instalación de barandillas, señalización, y equipos de protección personal.
El objetivo principal de la higiene es proteger la salud de los trabajadores a largo plazo, a diferencia de lo que busca la seguridad en el trabajo, que es asegurar que el entorno de trabajo sea seguro en el aquí y ahora.

Consecuencias positivas de la higiene laboral
Las veremos con facilidad si mantenemos estándares de higiene adecuados en nuestro entorno laboral. La principal, la estabilidad o incluso mejoría del bienestar físico y psicológico de los empleados. Se sabe que un espacio limpio y ordenado favorece la salud, disminuye la incidencia de enfermedades y previene, en cierto modo, los accidentes.
Con una buena higiene en el trabajo, especialmente en entornos donde la proximidad entre empleados es alta, hay una elevada protección ante enfermedades contagiosas, por ejemplo. Sin malas condiciones higiénicas, el estrés y la ansiedad también se reducen, y al final, vemos que el estado de ánimo y la satisfacción general de los empleados es alta y positiva.
Influencia en la productividad de las empresas
Aunque es difícil de cuantificar, la higiene en el trabajo provoca un incremento notable en la productividad. Si los trabajadores se sienten cómodos y motivados, la eficiencia en sus tareas aumenta, aportan más calidad y, como acabamos de mencionar, se reduce el número de días de baja por enfermedad.
Efecto en la imagen corporativa
Del mismo modo, van también de la mano la higiene laboral con una imagen corporativa positiva. Lo ven los trabajadores, pero también los clientes y proveedores/partners. Aumenta la confianza entre los consumidores, clientes y firmas colaborativas.
Normativa de seguridad e higiene en el trabajo
Como no, todo lo relacionado con la higiene en el trabajo viene regulado por diferentes leyes y directrices. Regulaciones que establecen directrices claras y prácticas que todo empleador debe seguir para asegurar un ambiente de trabajo seguro y saludable.
Ordenanza General de Seguridad e Higiene
En España, la Ordenanza General de Seguridad e Higiene en el Trabajo es una de las normativas más relevantes. Tiene más de 50 años (aunque se ha ido adaptando a lo largo de los años) pero su objetivo sigue siendo establecer las medidas mínimas de seguridad que deben implementarse en los lugares de trabajo. .
Las principales disposiciones de la ordenanza incluyen:
- Evaluación de riesgos en el puesto de trabajo.
- Obligaciones de información y formación a los trabajadores sobre los riesgos laborales.
- Mantenimiento de un entorno laboral limpio y ordenado.
- Implementación de medidas de emergencia y prevención de incendios.
Otras normativas relevantes
Además de la ordenanza general, otras regulaciones que refuerzan la seguridad e higiene en el trabajo son:
- Real Decreto 486/1997, que establece disposiciones mínimas en términos de seguridad y salud en el trabajo, centrando su enfoque en la protección de la salud de los trabajadores.
- Directivas de la Unión Europea que promueven estándares de seguridad laboral que deben ser cumplidos por los Estados miembros, garantizando así la protección de los trabajadores en toda Europa.
ISO 45001 que busca mejorar la gestión de la seguridad y salud en el trabajo de manera sistemática.
Medidas de higiene en el trabajo
En cuanto a las medidas propiamente dichas relacionadas con la higiene en el trabajo, ya decíamos antes que la mayoría son conocidas y que entran dentro de un sentido común general, pero hay más a nivel empresarial que debemos conocer.
Destacamos primero la limpieza regular y la desinfección de las instalaciones en las que se trabaje. Lógicamente, en nuestro entorno laboral diario, las condiciones higiénicas han de ser idóneas. Hay que evitar la propagación de gérmenes y velar por mantener controlada la salud de los trabajadores.
Como no, las áreas comunes, como oficinas, salas de descanso y baños, han de ser limpiadas con frecuencia, y poner especial atención en suelos y superficies de contacto elevado, como pomos de puertas, interruptores y mesas.
Se aconseja establecer un calendario de limpieza que incluya las tareas específicas y la frecuencia necesaria, utilizar productos de limpieza que cumplan las normativas de seguridad y efectividad, y fomentar que los empleados mantengan sus espacios de trabajo limpios y ordenados.

Control de alérgenos y seguridad alimentaria
En sectores que manipulan alimentos, por ejemplo, vamos a tener que establecer medidas para el control de alérgenos para garantizar la seguridad de los consumidores. Esto implica identificar y gestionar ingredientes que puedan causar reacciones adversas en personas alérgicas.
Lo logramos desarrollando un plan de gestión de alérgenos que contemple desde la recepción de productos hasta la elaboración y servicio. También capacitando al personal sobre la importancia de la correcta manipulación de alimentos y la higiene personal.
Asimismo, la seguridad alimentaria va a requerir que las instalaciones sean desinfectadas regularmente y que se sigan las normativas estipuladas. Todos los procedimientos han de realizarse cumpliendo las normativas generales de salud.
Ergonomía y psicosociología aplicada en el entorno de trabajo
Otra medida que subrayamos en torno a una buena higiene laboral se refiere a la ergonomía. Cuando hablamos de adaptar el entorno de trabajo a las necesidades de los empleados, se pretende prevenir lesiones y mejorar, a grandes rasgos, el confort y la comodidad en el ejercicio de nuestras funciones profesionales. También esto es higiene en el trabajo.
Para ello, se tienen que diseñar puestos de trabajo que se ajusten a las dimensiones corporales de los empleados, promoviendo posturas naturales, e incorporar mobiliario ergonómico, como sillas ajustables y mesas que permitan trabajar de pie.
La psicosociología, por su parte, aborda las relaciones interpersonales y el ambiente emocional dentro del trabajo, a través del desarrollo de dinámicas de grupo y actividades que fomenten la comunicación y el trabajo en equipo, o con la implementación de políticas de prevención del acoso laboral y promoción de un ambiente respetuoso.
Beneficios de mantener la higiene laboral
Cada vez que hay un planteamiento de adopción de medidas laborales, irremediablemente se piensa en el porqué de tales medidas. Qué aportan y si tienes contraindicaciones. Bueno, en materia de elementos positivos de la higiene en el trabajo, está demostrado que hay una correlación entre una adecuada higiene laboral y una tasa de accidentes y enfermedades muy baja. Es cierto que un ambiente limpio y ordenado minimiza las variables de riesgo, y, generalmente, ofrecen un desempeño más seguro de los empleados. No siempre, pero sí en la amplia mayoría de casos.
A través de la higiene en el trabajo tenemos un espacio laboral desinfectado, lo que se traduce en nula propagación de virus y bacterias. También, si mantenemos un espacio laboral libre de obstáculos inútiles y con un mantenimiento correcto y puntual de las instalaciones, vamos a notar una disminución clara de las posibilidades de accidentes (caídas o golpes).
Mejora del ambiente laboral
Ya lo hemos comentado anteriormente a lo largo del artículo, que la higiene laboral no solo tiene que ver con la limpieza física, sino también con el bienestar emocional de los trabajadores. Está demostrado que un espacio limpio y bien cuidado fomenta interacciones más positivas entre compañeros, mejor ambiente y, relacionado en ocasiones, una mayor producción colectiva.
También se reduce considerablemente el estrés que, a buen seguro, un entorno laboral desorganizado o sucio produce. Menos estrés significa más concentración y una necesaria paz mental.
Reducción del absentismo laboral
Cuando los empleados sienten que se valora su bienestar, se involucran más y mejor en su trabajo. También vemos que hay menos posibilidades de que falten al trabajo por problemas de salud, y claro está, esto lo nota principalmente la empresa en su competitividad y desarrollo diario.
Consecuencias de una deficiente higiene en el trabajo
Decíamos que en toda acción o medidas implementadas, la gente se pregunta, también, por las contraindicaciones. No tienen que porqué haberlas en muchas ocasiones, pero a veces sí.
Por ejemplo, cuando un espacio de trabajo no cumple con los estándares adecuados de higiene, los empleados se ven expuestos a diversos riesgos para su salud. Los hemos mencionado antes:
- Desarrollo de alergias o problemas respiratorios (polvo, moho, alérgenos en el ambiente…).
- Incremento en la propagación de enfermedades infecciosas debido a la falta de limpieza y desinfección.
- Aumento de accidentes laborales provocado por el desorden y la falta de mantenimiento de las instalaciones y equipos.
Ya sabemos que las empresas están obligadas a cumplir con las normativas de seguridad e higiene, y que un incumplimiento real, conlleva sanciones. Desde imposición de multas económicas, a tener responsabilidad civil por daños causados a los empleados o a terceros debido a condiciones insalubres.
Llegado el caso, se puede incluso interrumpir la actividad laboral hasta que se regularicen las condiciones higiénicas necesarias para operar.
Conclusiones
La higiene en el trabajo es un conjunto de prácticas que ya vemos que entran dentro de la obligatoriedad y la coherencia empresarial de toda compañía. Una disciplina preventiva que a través del estudio de las condiciones del medio ambiente de trabajo busca evitar que se produzca un daño a la salud de los empleados.
En Taprega, dentro de nuestras ejecuciones en la prevención de riesgos laborales con los clientes, identificamos, evaluamos y controlamos los contaminantes de origen laboral para tener una higiene laboral adecuada.