Aprende las mejoras posturas ergonómicas par el trabajo

posturas ergonómicas
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Hemos hablado mucho de ergonomía en Taprega porque es uno de nuestros servicios principales y porque conocemos a la perfección cuán de importante es esta disciplina preventiva en su objetivo de mejorar las condiciones de trabajo. Y de lo más recurrente dentro de esta temática, son esas posturas ergonómicas que nosotros los trabajadores debemos adoptar para no perjudicar nuestra salud. Toda postura ergonómica, cuanto más interiorizada la tengamos como hábito laboral, mejor nos vendrá en todos los sentidos. 

Pero, ¿sabemos cómo mantener una correcta alineación del cuerpo cuando estamos trabajando 🤔? Aunque deberían, pocas empresas realmente enseñan y forman a sus empleados/as en materia de posturas ergonómicas, por lo que hay, generalmente, una alta probabilidad de que por malas posturas, haya problemas a la larga.

Todo ello se puede prevenir, como decimos, si sabemos poner en práctica medidas que mejoren nuestras condiciones de trabajo. Ahondamos en el asunto.

Qué es la ergonomía en el trabajo

Ya sabemos que la ergonomía se centra en crear entornos de trabajo que promuevan la salud y el bienestar. Es la disciplina que estudia cómo las personas interactúan con los elementos de un sistema, con el objetivo (en entornos laborales) de mejorar la efectividad y la comodidad en el trabajo.

¿Qué entendemos como una postura ergonómica correcta? Pues sería aquella que cuenta con una alineación adecuada del cuerpo que minimiza el esfuerzo y maximiza la comodidad. Esta disposición permite evitar tensiones y dolores en distintas áreas, favoreciendo un desempeño óptimo.

Si hablamos de los principios ergonómicos fundamentales, apuntad los siguientes:

  • La adaptación del entorno a las necesidades del trabajador.
  • La consideración del diseño de herramientas y espacios de trabajo.
  • La implementación de prácticas laborales que promuevan una movilidad natural.

Importancia de las posturas ergonómicas

Hay algo muy claro: La inversión en posturas adecuadas influye directamente en la salud y la productividad de los empleados. Si nuestra jornada laboral la desarrollamos con una postura ergonómica adecuada, reducimos drásticamente las probabilidades de sufrir lesiones físicas asociadas al trabajo, y, además, potenciamos el rendimiento laboral.

Muchos estudios confirman que mantener buenas posturas es primordial en la prevención de trastornos músculo-esqueléticos (dolencias frecuentes en trabajadores que no cuidan su alineación corporal). De hecho, esta tipología de lesiones puede convertirse en crónica si no se aborda de manera precisa.

Posturas ergonómicas para trabajos sedentarios

Son los trabajos sedentarios a los que más atención hay que prestarles en materia de ergonomía. Tantas horas sentados/as, en la misma posición, claro, si no adoptamos posturas correctas, ni fomentamos en el trabajo esas posturas saludables que tienen que ver con una buena ergonomía, sufriremos las consecuencias tarde o temprano.

Si sois ese perfil de trabajador que pasa gran parte de la jornada en una misma posición, toca reconsiderar muchos aspectos por el bien de vuestra salud.

Configuración adecuada del espacio de trabajo

Lo primero, pensar y analizar el entorno laboral para ver si está bien diseñado o no. Siempre han de estar los elementos ajustado al espacio de trabajo para favorecer una postura correcta. Por ejemplo, la altura de la silla y el escritorio.

La silla debe permitir que los pies descansen planos en el suelo, y las rodillas deben formar un ángulo de 90 grados. La altura del escritorio debe ser tal que los codos queden en una posición relajada cuando las manos están sobre él.

También la colocación del monitor influye ergonómicamente. Debería estar a la altura de los ojos, a una distancia de 50 a 70 cm para evitar tensiones en el cuello y la vista. Sugerimos utilizar soportes para documentos y dispositivos de entrada que sean ergonómicos.

postura ergonomica

Ejercicios para mantener una buena postura

Además de una correcta configuración del espacio, debemos realizar ejercicios de estiramiento y fortalecimiento para mantener una postura adecuada y prevenir lesiones. Por ejemplo, incorporar estiramientos de cuello y espalda durante la jornada laboral puede aliviar tensiones acumuladas, o realizar ejercicios para fortalecer el core contribuye a mejorar la estabilidad y la postura al sentarse.

Espalda recta

Consejos a seguir:

  • Sentarse con la espalda apoyada en el respaldo de la silla evita la tensión en la columna.
  • Utilizar un cojín lumbar puede proporcionar un soporte adicional y ayudar a mantener la alineación adecuada.

Postura ergonómica para trabajos de pie

La correcta postura al estar de pie exige mantener una alineación adecuada de la columna y el cuello. Para trabajos en los que estamos constantemente de pie, debemos tener estrategias para minimizar la fatiga, si no, se hará difícil aguantar muchas horas muchos días seguidos.

En la distribución del peso está una de las grandes claves. Hay que tratar de distribuirlo de forma equilibrada entre ambos pies, para así reducir el estrés sobre la columna vertebral y las articulaciones. Para ello, recomendamos colocar los pies a la altura de los hombros y alternar la posición de los pies para evitar la fatiga de piernas.

Importante el calzado. Debemos elegir zapatos con soporte adecuado y suela antideslizante, evitar tacones altos y suelas inadecuadas que comprometan nuestra estabilidad.

Evitar tensión en cuello y hombros

Si sufrimos tensión en el cuello y hombros, puede ser causada por una postura inadecuada. Para minimizar este problema, habremos de mantener los hombros relajados y no elevados y evitar inclinar la cabeza hacia adelante al observar objetos a la distancia.

El monitor o los elementos visuales deben estar a la altura adecuada para que el cuerpo mantenga una alineación natural.

Estrategias para reducir la fatiga

La fatiga en trabajos de pie es un problema habitual, así que tenemos que tener estrategias para contrarrestarla.

Una de ellas es alternar lo máximo posible entre estar sentado y de pie. Debemos permitirnos períodos de descanso donde nos sentemos, fundamental para mantener la energía a lo largo de la jornada. Si vamos alternando posiciones activaremos diferentes grupos musculares y reduciremos la tensión acumulada.

Podemos también acometer ejercicios musculares sencillos o incorporar rutinas de descanso durante el día para así relajar la musculatura. Ejemplos:

  • Estiramientos de pantorrillas y piernas.
  • Movimientos circulares de hombros.
  • Flexiones ligeras de la columna.
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Consecuencias de las malas posturas en el trabajo

La principal consecuencia, efectivamente, es el deterioro de la salud del trabajador/a en forma de trastornos musculo-esqueléticos. Es lo conseguiremos si mantenemos malas posturas corporales de forma muy continuada.

Por ejemplo, dolor de espalda baja y cuelo (lumbar y cervical), muy frecuentes entre quienes pasan horas en posiciones inadecuadas. Esto es así porque la tensión acumulada en estas áreas ocasiona incomodidad constante y, a la larga, también afecta a la efectividad en el rendimiento profesional.

Otra dolencia a tener muy en cuenta: Síndrome del túnel carpiano. Una condición que afecta a muchos trabajadores que usan el teclado y el ratón de forma prolongada. El motivo es la compresión del nervio en la muñeca, que puede llevar a entumecimiento y debilidad en las manos, complicando tareas cotidianas.

Impacto a largo plazo sobre los trabajadores

A medida que el tiempo pasa, las consecuencias de las malas posturas no solo afectan el bienestar físico, sino que también pueden repercutir en la productividad global del empleado. Como decimos, las lesiones provocadas por malas posturas pueden resultar en condiciones crónicas, como hernias discales o artrosis, trastornos que requieren tratamiento médico continuo y pueden limitar la capacidad laboral.

Si lo pensamos, la combinación de fatiga, dolor y molestias crea un entorno laboral poco favorable, por lo que no nos extraña que en entornos así, el ausentismo laboral sea mayor.

Estrategias para la prevención de riesgos laborales

Serían dos concretamente: Evaluaciones ergonómicas y formación específica.

La primera consistiría en realizar evaluaciones ergonómicas regulares para identificar áreas de riesgo y aplicar soluciones efectivas que optimicen la salud de los trabajadores. Estas evaluaciones permitirían una comprensión más profunda del entorno laboral.

Identificación de riesgos y soluciones

Identificar riesgos posturales involucra observar cómo los empleados interactúan con el equipamiento y el espacio de trabajo. El uso de checklists y observaciones sistemáticas facilita este proceso.

Existen varias soluciones:

  • Rediseño de estaciones de trabajo para mejorar la comodidad.
  • Adopción de herramientas y accesorios ergonómicos.
  • Implementación de pausas activas programadas.

Debemos pensar que cada trabajador tiene necesidades individuales, y que si personalizamos los espacios de trabajo, adaptando cada estación a las características físicas y operativas de los empleados (altura de mesas y sillas, posición de monitores y teclados, ubicación del material del trabajo), ganaremos mucho a nivel de ergonomías y prevención.

Formación y concienciación

Sabemos bien que la educación sobre ergonomía tiene un gran peso específico en la prevención de riesgos laborales. Podemos ejecutarla a través de talleres y programas educativos que hagan que los empleados comprendan los principios ergonómicos y cómo aplicarlos en su día a día. Programas que aborden consejos prácticos sobre postura y organización del espacio de trabajo y ejercicios de estiramiento y fortalecimiento.

Conclusiones

Si pensamos en posturas ergonómicas que nos faciliten nuestro trabajo, tened en cuenta que seguro estarán vinculadas al uso de mobiliario y equipo ergonómico acorde. Siempre estos elementos han ser adecuados para las necesidades individuales de cada trabajador.

En cada entorno laboral, la empresa ha de implementar soluciones ergonómicas para promover la salud y el bienestar de los empleados a través de políticas que integren el bienestar del trabajador en su cultura organizativa. Ello, además, va unido a una correcta selección de equipos y mobiliario, junto con políticas adecuadas, lógicamente.

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