Planes de autoprotección: Su rol en los planes de PRL

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Tabla de contenidos

¿Qué son los planes de autoprotección cuando nos referimos a las empresas? Los documentos que dibujan y delimitan el marco orgánico y funcional para la instalación, con el fin de prevenir y controlar los riesgos sobre las personas y los bienes. En este entorno laboral concreto de la empresa, dan respuesta adecuada a las posibles situaciones de emergencia que se puedan dar y tratan de garantizar la integración de estas actuaciones con el sistema público de protección civil.

Incluir un plan de autoprotección implica analizar riesgos específicos y establecer protocolos de actuación de acuerdo a ellos. Actuación en forma de dejar bien definidas las acciones y medidas necesarias para la prevención y control de riesgos, así como las medidas de protección y otras actuaciones a adoptar en caso de emergencia.

En Taprega ayudamos en la correcta elaboración y mantenimiento de estos planes en las empresas con las que trabajamos, como expertos en prevención de riesgos laborales que somos en las áreas de Galicia, Madrid y Valladolid.

Contenido de los planes de autoprotección

Un plan de autoprotección para la empresa debe contener varios componentes clave para ser efectivo en las situaciones de emergencia que contemple. Estos son:

  • Identificación de los titulares y del emplazamiento: Datos sobre la empresa y su ubicación.
  • Descripción de la actividad: Información detallada sobre las operaciones realizadas y su entorno.
  • Inventario y evaluación de riesgos: Análisis de los posibles peligros y valoración de su impacto.
  • Medidas y medios de autoprotección: Estrategias destinadas a mitigar los riesgos identificados.
  • Planes de actuación ante emergencias: Protocolos específicos para diferentes tipos de incidentes.

El plan de autoprotección contendrá todos los procedimientos y protocolos necesarios para reflejar las actuaciones preventivas y de respuesta a la emergencia.

Deciros que, si la empresa ya cuenta con uno o varios documentos análogos, siempre de acuerdo a la normativa sectorial aplicable, se podrán fusionar en un documento único a estos efectos.

A continuación, os describimos los contenidos de los planes de autoprotección:

  1. Identificación de los titulares y del emplazamiento de la actividad.
  2. Descripción detallada de la actividad y del medio físico en el que se desarrolla.
  3. Inventario, análisis y evaluación de riesgos.
  4. Inventario y descripción de las medidas y medios de autoprotección.
  5. Programa de mantenimiento de instalaciones.
  6. Plan de actuación ante emergencias.
  7. Integración del plan de autoprotección en otros de ámbito superior.
  8. Implantación del Plan de Autoprotección.
  9. Mantenimiento de la eficacia y actualización del Plan de Autoprotección.  

Este es el contenido mínimo que ha de figurar en el documento, tanto si se refiere a edificios, como a instalaciones o actividades a las que sean aplicables.

Descripción detallada de la actividad

Habrá que especificar la descripción de los usuarios que participen, y su clasificación dentro de la empresa, además aportar información detallada y descriptiva de las actividades a desarrollar, de las dependencias e instalaciones y del propio entorno urbano, natural o industrial de la zona.

Respecto a las condiciones de accesibilidad, los planes de autoprotección habrán de incorporar también documentación escrita y gráfica como planos de situación y planos descriptivos de plantas y áreas donde se realiza la actividad o actividades profesionales.

Plan de actuación ante emergencias

Dentro de los planes de autoprotección, tenemos otro plan, el de actuación ante las emergencias en el entorno laboral, que expondrá las acciones a desarrollar para el control inicial de las emergencias (alarma, evacuación y socorro).

Ha de incluir:

  • Identificación y clasificación de las emergencias.
  • Procedimientos de actuación ante emergencias.
  • Identificación y funciones de las personas y equipos que llevarán a cabo los procedimientos de actuación en emergencias.
  • Identificación del responsable de la puesta en marcha del Plan de Actuación ante Emergencias.

Implantación del Plan de Autoprotección

Y lo que destacamos, por último, del contenido de los planes de autoprotección, es, lógicamente, su implantación. Veamos:

  • Identificación del responsable de la implantación del Plan.
  • Programa de formación y capacitación para el personal con participación activa en el Plan de Autoprotección.
  • Programa de formación e información a todo el personal sobre el Plan de Autoprotección.
  • Programa de información general para los usuarios.
  • Señalización y normas para la actuación de visitantes.
  • Programa de dotación y adecuación de medios materiales y recursos.

Proceso de elaboración de un plan de autoprotección

Primero, realizar un análisis preliminar del contexto de la empresa. Se pretende identificar los riesgos potenciales que podrían afectar tanto a las instalaciones como al personal. El objetivo es obtener una visión clara del entorno operativo, de los peligros asociados y de los recursos existentes para la gestión de emergencias.

Redacción del documento

Una vez completado el análisis preliminar, toca redactar el Plan de Autoprotección. Ya hemos visto anteriormente qué contenido debe incluir. Ha de ser un documento claro y conciso.

En esta etapa, se definen las acciones a llevar a cabo y se documentan los procedimientos a seguir en caso de emergencia.

Revisión y aprobación

Proceso donde se verifica que todos los contenidos cumplan con la normativa establecida y que se haya incorporado toda la información relevante.

La revisión ayuda a identificar posibles errores o áreas de mejora, garantizando que el plan sea funcional y efectivo.

Consulta con organismos competentes

Por último, y para asegurar la validez y legalidad del plan, muchas empresas consultan con organismos competentes para corroborar que se cumplen todos los requisitos legales y que se dispone de las acreditaciones adecuadas.

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Situaciones de emergencia en empresas

Toda situación de emergencia en el entorno empresarial representa un evento inesperado que puede, a buen seguro, comprometer la seguridad de los trabajadores y la continuidad de las operaciones. Pueden darse muy dispares casuísticas en función del sector profesional y las características propias del trabajo y el entorno laboral.

Ejemplos:

Incendios

Los incendios son una de las emergencias más comunes en el ámbito laboral. Pueden ser causados por diversos factores, como fallos eléctricos, negligencia en el manejo de materiales inflamables o incluso actos vandalismo. La rápida propagación del fuego puede tener consecuencias devastadoras si no se implementan los protocolos adecuados de actuación.

Emergencias médicas

Las emergencias médicas pueden surgir en cualquier momento, desde un accidente laboral hasta situaciones de salud crítica, como infartos o reacciones alérgicas severas. En tales casos, la pronta atención médica es crucial y puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.

Las empresas deben contar con personal capacitado y equipos de primera ayuda disponibles.

Explosiones

Por ejemplo, debido a la liberación súbita de energía, a reacciones químicas violentas o inesperadas, o a acumulación de gases inflamables.

Derrames de sustancias peligrosas

Al hijo de la anterior emergencia, en cuanto a derrames o filtraciones de sustancias tóxicas, se pueden dar cuando se produce roturas de tuberías, fugas en contenedores o errores en el manejo de sustancias químicas.

Atrapamientos

Situaciones como caída de objetos, maquinaria en movimiento o trabajos en espacios confinados podrían generar una situación de emergencia de esta índole.

Amenazas de seguridad

Nos referimos a actos de vandalismo, robos o actos de terrorismo, por ejemplo. Medidas de seguridad preventiva, como el control de acceso y la vigilancia, nos ayudarán a disuadir estas situaciones. En caso de que ocurran, los planes de autoprotección habrán de contemplar protocolos específicos para proteger a los empleados y a las instalaciones.

Desastres naturales

No contamos con ellos, pero ocurren, y han de ser previstos y evaluados en caso de riesgo real. Los desastres naturales, como inundaciones, terremotos o tormentas, pueden, por ejemplo, dañar la infraestructura, interrumpir el suministro eléctrico y poner en peligro la vida de los empleados.

Cuando estén identificados estas situaciones de emergencia, tocará clasificar los riesgos según su gravedad e impacto potencial. Esta evaluación ayudará a priorizar las medidas de prevención y actuación más adecuadas, ajustadas a las características específicas de cada empresa y su entorno.

Plantes de autoprotección: Qué empresas están obligadas

Acudiendo al Anexo I de la Norma Básica de Autoprotección (NBA) encontramos reflejados las actividades profesionales obligadas a tener en regla sus planes de autoprotección. Hay que diferenciar entre aquellas actividades que ya cuenten con una reglamentación sectorial específica, y las actividades sin esa reglamentación propia de su sector.

Del primer grupo, destacamos:

  • Empresas de actividades industriales, de almacenamiento y de investigación
  • Empresas de actividades de infraestructuras de transporte
  • Empresas de actividades e infraestructuras energéticas
  • Empresas de actividades de espectáculos públicos y recreativas

Del segundo, los que no tienen reglamentación propia:

  • Empresas de actividades industriales y de almacenamiento
  • Empresas de actividades e infraestructuras de transporte
  • Empresas de actividades e infraestructuras energéticas
  • Empresas de actividades sanitarias
  • Empresas de actividades docentes
  • Empresas de actividades residencias públicas
  • Edificios que alberguen actividades comerciales, administrativas, de prestación de servicios, o de cualquier otro tipo, siempre que la altura de evacuación del edificio sea igual o superior a 28 m, o bien dispongan de una ocupación igual o superior a 2.000 personas.
  • Instalaciones cerradas desmontables o de temporada con capacidad igual o superior a 2.500 personas.
  • Instalaciones de camping con capacidad igual o superior a 2.000 personas.
  • Todas aquellas actividades desarrolladas al aire libre con un número de asistentes previsto igual o superior a 20.000 personas.

Perfiles profesionales encargados de elaborar y mantener los planes de autoprotección

La elaboración y mantenimiento de los planes de autoprotección requieren la participación de diversos profesionales con competencias específicas, pero la responsabilidad primaria en su confección recae en el titular de la actividad. Ojo porque no siempre el titular de la actividad es el mismo titular del lugar (local, negocio, empresa). Ya sabemos que las medidas introducidas en los planes de autoprotección tienen su razón de ser por la actividad o actividades que se realizan en los lugares de trabajo, y en los propios lugares físicos.

Para desempeñar estas funciones, el titular debe contar con una formación adecuada en gestión de riesgos y normativa de seguridad. Se recomienda que esta formación se actualice periódicamente para adaptarse a nuevos requerimientos normativos y avances en la materia.

Responsabilidades del titular

Las responsabilidades del titular de la actividad incluyen:

  • Desarrollo e implantación del plan de autoprotección.
  • Identificación de los riesgos asociados a la actividad.
  • Garantizar la formación del personal sobre el plan.
  • Asegurar que el plan cumpla con la legislación vigente.

Técnico de prevención de riesgos

Luego tenemos el rol también determinante de un técnico de prevención de riesgos. Al contratar una empresa especialista como somos Taprega, el especialista trabaja de la mano del titular de la actividad en las siguientes tareas:

  • Realizar auditorías de seguridad en el lugar de trabajo.
  • Asesorar al titular sobre mejoras y actualizaciones del plan de autoprotección.
  • Evaluar la efectividad de las medidas de prevención implementadas.
  • Desarrollar y supervisar programas de formación y capacitación en materia de seguridad.

Otros profesionales involucrados

Además de los perfiles mencionados, podrían intervenir otros profesionales en la elaboración y mantenimiento de los planes de autoprotección, tales como:

  • Coordinador de seguridad y salud
  • Personal de recursos humanos, encargado de gestionar la formación continua del personal en materia de prevención.
  • Servicios médicos, que aportan su conocimiento en emergencias médicas y protocolos de salud.

Implantación y mantenimiento del Plan de Autoprotección

Para implementar y mantener los planes de autoprotección en las empresas, hay que asegurarse de la correcta formación del personal, del establecimiento de sistemas de monitoreo y control, así como del adecuado mantenimiento de instalaciones y equipos.

La formación del personal es un aspecto crítico en la implantación de un Plan de Autoprotección. Nos aseguramos con ella que todos los empleados conocen sus funciones y se sienten preparados para actuar de manera efectiva en caso de emergencia.

A través de programas de capacitación se podrá dotar al personal de la información teórica y práctica necesaria, a fin de que los trabajadores sean capaces de identificar situaciones de riesgo y aplicar los procedimientos establecidos. Estos programas incluyen:

  • Formación inicial a todos los empleados sobre el Plan de Autoprotección.
  • Capacitación específica para responsables de áreas críticas.
  • Talleres sobre el uso de equipos de protección y extinción.
  • Entrenamiento sobre procedimientos de evacuación y primeros auxilios.

Simulacros y evaluaciones

Apoyarse en simulacros para poner en práctica la respuesta ante emergencias es muy útil, aunque no obligatorio. Con ellos, sabremos mediar de primera mano la efectividad de las medidas incluidas en el plan.

Monitoreo y control

Esta fase implica el establecimiento de sistemas que detecten rápidamente situaciones de riesgo y permitan activar los procedimientos de emergencia requeridos. Contar con sistemas de alerta y comunicación, claros y eficientes, para que todos los empleados estén informados oportunamente sobre cualquier incidente que pueda afectar su seguridad. Se recomienda implementar:

  • Alarmas audibles y visuales para alertar sobre emergencias.
  • Sistemas de comunicación interna para coordinar respuestas.
  • Aplicaciones móviles o sistemas digitales que notifiquen rápidamente a los empleados sobre situaciones críticas.

Mantenimiento de Instalaciones y Equipos

Importante inspeccionar regularmente extintores y equipos de protección contra incendios. Revisar también periódicamente las salidas de emergencia y señalización, y el mantenimiento de alarmas y sistemas de detección de riesgos.

Nos ayudará contar con un registro de todas las actividades de mantenimiento realizadas, para de esto modo asegurarnos del cumplimiento a raja tabla de todas las normativas.

Conclusiones

Gracias a los planes de autoprotección en las empresas se mejora la seguridad del personal, se minimizan las pérdidas materiales y económicas, se gana en confianza de clientes e imagen corporativa y, claro está, se está al día en el cumplimiento normativo para evitar así, entre otras cosas, ser sancionados económicamente o con el cierre de la actividad profesional.

La periodicidad de las revisiones de un plan de autoprotección debe estar claramente definida. Además, se deben actualizar los contenidos y procedimientos de un plan de autoprotección es fundamental para reflejar la realidad actual de la empresa y las mejores prácticas en materia de seguridad.

En Taprega os podemos ayudar como expertos en la materia que somos en las áreas de Galicia, Madrid y Valladolid. Estamos a vuestra disposición.

📞 981 17 30 62

📧 info@taprega.com

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